Nada volverá a ser como antes.

Cada vez parece que más rápido pasa el tiempo, parece que huye de mi lado y que no hago nada para aprovecharlo. Recuerdo cuando juzgaba con la arena, haciendo castillos inquebrantables hasta que venía una ola y lo destrozaba por completo, pero no pasaba nada porque podía empezar uno nuevo, y pasarme la mañana construyendo y deshaciendo a mi antojo. Cuando todo se veía tan fácil.. Que no hacía falta pensar en las consecuencias de nuestros actos siemplemente hacías lo que te apetecía, reías a todas horas y podías pasarte toda una mañana durmiendo y pensabas que era el mejor tiempo que habías empleado. Porque no te preocupaba el futuro, sólo ese instante en el que hacías un amigo nuevo, cuando la adrenalina te subía por todo el cuerpo al hacer algo que no debías, o cuando siemplemente la mejor noticia que podían darte era que tenías para comer tu comida favorita. Echo en falta esos días jugando en el parque, sin preocupaciones de ningún tipo. Aunque realmente no se está tan mal, sabes que aún tienes mucha vida por delante y que habrá momentos maravillosos que te marcarán en un futuro, y ahora sólo tienes que pensar en lo que más te gustaba hacer cuando te despertabas por la mañana y hacerlo en cuanto te levantes, actuar sin pensar y vivir el día a día tal y como te gustaría que fuese, porque sólo hay una vida y hay que disfrutarla.